Duración
10 días
Ritmo de viaje
Medio / Alto
Esfuerzo físico
Bajo
Desde
1300€/persona
Filipinas, el último paraíso del Pacífico, es un sueño tejido de selva, mar y cultura. Desde los esmeraldinos paisajes acuáticos de Palawan hasta las surrealistas Colinas de Chocolate de Bohol, este viaje es un abrazo íntimo con lo salvaje y lo sublime.
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Al llegar a Manila, uno es recibido por un vibrante y embriagador mosaico de vida. El incesante bullicio de la ciudad, las sonrisas radiantes de los locales y el aroma del adobo recién cocinado te atrapan de inmediato.
Desde los relucientes rascacielos de Makati hasta las humildes y coloridas chozas de Tondo, Manila es un estudio de contrastes. La ciudad palpita con un ritmo propio: el caos del tráfico se mezcla con el retumbar distante de la música karaoke, mientras los vendedores callejeros ofrecen una mezcla de platos locales.
En Manila, cada esquina es un nuevo descubrimiento, un testimonio tangible del pasado colonial y del vibrante presente de las Filipinas.
Tras el desayuno, dejas atrás el ritmo frenético de Manila para aterrizar en el místico El Nido. La vista desde el avión ya es prometedora, un paisaje de islas verdes flotando en un océano azul. Al explorar el pueblo, sientes el cambio de ritmo.
Paseas por calles ajenas y al mismo tiempo familiarmente acogedoras, la amabilidad y la sonrisa genuina de los locales, abarrotando pequeños negocios locales que unen la tranquila vida de los lugareños al turismo que busca conocer el paraíso te hacen sentir en casa en este rincón remoto del mundo.
Hoy te embarcas en un viaje por la Bahía de Bacuit, un tapiz acuático de lagunas, islas y playas. En la Gran Laguna y la Laguna Oculta, te sientes como un explorador del pasado, descubriendo maravillas desconocidas.
Las aguas cristalinas, los colores brillantes de los arrecifes y el verde de las islas son tus lienzos y tú eres el artista, inmortalizando la belleza en tu mente.
En la playa de 7 Commando, puedes sentarte en la arena, dejando que el viento acaricie tu rostro y el mar te susurre historias de aventuras pasadas y por venir.
La Bahía de Bacuit tiene más historias que contar y tu cuarto día es otro capítulo de este cuento acuático.
La Capilla de Matinloc es un trozo de historia anclado en medio de la naturaleza, una prueba de la fe en medio del océano. En Playa Secreta y Playa Oculta, te sientes como Robinson Crusoe, descubriendo joyas ocultas y explorando tu propia isla.
El color del mar, cada grano de arena blanca inmaculada y cada hoja de cocotero te llevan a un estado de asombro y admiración por la belleza de la naturaleza.
Después de despedirte de Palawan, aterrizas en Bohol, otra joya del Filipinas.
En la playa de Dumaluan, cambias las aguas profundas y las lagunas secretas por playas blancas y aguas tranquilas. El resort está cuidado al detalle, un lugar para descansar y relajarte.
Te adentras en la suavidad de la arena y en el sabor salado del mar. El sol se pone, pintando el cielo de tonos rosados y naranjas, y te encuentras en medio de la obra de arte que todos los días crea en esta parte del mundo la madre naturaleza.
Permítete un momento de quietud, respirando profundamente el aire puro y dejándote envolver por la belleza del paisaje.
Bohol revela su cara más increible mientras te sumerges en las aguas turquesas de Panglao. Los arrecifes de coral explotan en un arco iris de colores y formas, cada criatura marina una joya que brilla en la profundidad del mar. Eres un astronauta en un espacio líquido, flotando en un mundo extrañamente hermoso y exótico.
Hoy te vas a sentir a la vez invasor y bienvenido, un forastero al que se le ha concedido un pase a un espectáculo privado de la naturaleza.
Al final del día, emergiendo del agua, te sientes renovado, con el sabor del mar aún en los labios y la belleza del océano tallada en tu mente, momento que disfrutarás con un masaje de una hora y una exclusiva cena con vistas al mar
En el séptimo día, te adentras en el corazón verde de Bohol. Comienzas conociendo a los tarseros, con sus ojos grandes como platos y sus gestos tímidos, una dulce introducción a la biodiversidad de la isla.
Tras pasar por el Man-Made forest y conocer un parque natural, compartes una comida con los locales, en medio de un mar verde de arrozales, una oda a la simplicidad y la hospitalidad filipina.
Después, te vas a sentir como un gigante de pie ante las Montañas de Chocolate, una curiosa maravilla geológica que parece sacada de un cuento de hadas.
Terminas el día con un baño en una cascada, una refrescante despedida a un día de descubrimientos y conexiones.
Bohol tiene más historias que contar y el octavo día es un nuevo capítulo. Comienzas bajando hasta la caída de agua de Can Umantad, donde podrás refrescarte con agua cayendo a ti desde 60 metros de altura.
Te adentras por la jungla hasta llegar a un paisaje decorado por terrazas de arroz, un testamento a la relación armoniosa entre el hombre y la naturaleza.
Finalmente, te diriges a la isla de Lamanok, un viaje en el tiempo que te lleva a las raíces de la historia filipina.
Al final del día, mientras el sol se pone y la isla se sumerge en la oscuridad, sientes una profunda conexión con la tierra que has pisado y la cultura que has explorado.
Tu último día en Bohol es un día de descanso y reflexión.
Disfrutas de la comodidad del resort a la orilla del plácido rio y deja que el canto de los pájaros te relajen. Repasas los momentos, los lugares y las personas que has conocido. Sientes una gratitud silenciosa hacia esta isla, que te ha acogido y te ha mostrado su alma.
Cuando llega el momento de partir, te despides de Bohol, no con tristeza, sino con la promesa de llevar sus historias contigo.
Manila es un entrelazado de pasado y presente. Explorar Intramuros es como hojear las páginas de un libro antiguo, cada callejón, una historia por descubrir.
Desde las ruinas del fuerte de Santiago hasta la majestuosa Catedral de Manila, te encuentras caminando por los senderos del tiempo, escuchando los ecos de las épocas coloniales.
Las huellas de la ocupación española y la devastación de la Segunda Guerra Mundial permanecen, pero también lo hace la resiliente alma filipina.
Manila es una ciudad que no olvida, y tras este día explorando su patrimonio histórico, tampoco tú lo harás.
9 noches en habitaciones dobles en alojamientos de 3, 4 y 5 estrellas
9 Desayunos, 5 almuerzos y una cena
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NO INCLUYE
– Alimentos y bebidas no listados en el itinerario
– Gastos extra y personales
– Actividades y viajes no mencionados- Propinas para personal de servicio
– Servicios extra del hotel
– Tasas portuarias y de equipaje
– Vuelos internacionales
– Seguro de cancelación
– Costos imprevistos por situaciones incontrolables
– Cualquier cosa no especificada como incluida en el precio.
PRECIO
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Dependiendo de los requerimientos del viajero y el ritmo elegido para el viaje, puede darse el caso de que cada día se duerma en un alojamiento distinto, en cualquier caso nosotros nos encargamos de asesorarte. Informándote que alojamientos son los más indicados para ti y para la ruta establecida para que tu solamente descanses plácidamente.
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